Relato Paco Cabello

Historias del Club de Liderazgo Social

Ámbito Migración y Extranjería

Paco Cabello , Trabajador Social

Desde que dimos comienzo al Club de Liderazgo Social se ha procurado traer a las sesiones a compañeros y compañeras que puedan dar a conocer su gran experiencia en distintos ámbitos y que no necesariamente sean tremendamente conocidos y conocidas para el gremio.

Por eso aprovecho nuestros recursos para acceder al mayor número de compañeros y compañeras posibles y así, conocer previamente sus experiencias para saber quién encajaría mejor en los valores que se quieren transmitir en el club. De esta manera apareció Paco, o como diría nuestra súper María, del Colegio, y sus más allegados, Paquito.

Fue a través del ya conocido grupo de whatsapp en donde profesionales del trabajo social vamos tejiendo red y nos acompañamos unos a los otros.

Una tarde cualquiera pregunté si había alguien por ahí que tuviera gran experiencia en migración y extranjería y que, además, sintiera profunda vocación por lo que ejercía.

Enseguida Paco me respondió de forma privada:

– ¿Qué me propones, compañera? Yo formo parte de la junta de una organización sin ánimo de lucro que se dedica a las personas migrantes y, además, llevo nueve meses en la isla trabajando en Fundación Canaria Maín.

Paco es Andaluz, concretamente de la preciosa ciudad de Sevilla, lugar, por cierto, de donde guardo maravillosos recuerdos cuando comencé mi carrera de periodismo allí y por mis orígenes andaluces. Escuchar su voz hizo que vibrara en sintonía y esta sensación me resultaba agradable.

Durante una pequeña charla telefónica, Paquito me contó qué le había motivado a estudiar Trabajo Social y, concretamente, haber destinado todo su amor y su energía al colectivo de la migración.

Cuando era niño, Paco fue cuidado por una mujer, originaria de Perú que había migrado a España debido a las dificultades que en su país encontraba para poder alcanzar una vida plena y de bienestar. Ella se llama Yésica.

Nuestro compañero y su hermano mayor convivieron casi toda su vida con Yesi, quién les brindó afecto, protección y unos principios que quedarían grabados a fuego en la memoria de ambos.

A lo largo de esta etapa de cuidados, Yesi se quedó embarazada y 9 meses después nacería Diego, quien se convertiría en el tercer hermano de la familia ya que para Paco, su hermano y sus padres, Yesi era una más en aquel hogar.

Diego fue al mismo colegio que ellos dos y Paco fue testigo de la xenofobia y discriminación que sufría cada día el más pequeño de la familia. Paquito nos contaba que las familias del colegio llegaron a recoger firmas para que Diego no compartiera clase con sus hijas e hijos. Esto él, que por aquel entonces tenía la edad de 11 años, no lo lograba comprender. Creció luchando contra esos estigmas y apoyando en todo momento a Yesi y a Diego.

Es por este motivo que, en un principio, nuestro compañero decidió estudiar el Ciclo Superior de  Integración Social. Fue a raíz de ahí que, junto a otras compañeras y compañeros fundó la ONG LuzAzul, en la que trabajan por la integración social y laboral de la juventud migrante y en riesgo de exclusión.

Como verán, Paco comenzó a por todas. A través de la organización realizan viajes de voluntariado a distintos países, desarrollando proyectos en pro del bienestar de la población local. Además, con algunos de esos proyectos logran que la población migrante a la que atienden puedan reencontrarse con familiares a los que hace años que no abrazan en sus países de origen.

Escuchar a Paquito resulta emocionante no solo por sus experiencias sino por el profundo amor que transmite hacia lo que hace.

Más adelante estudió Trabajo Social y, tras ampliar sus conocimientos en la materia, sobre todo en el engorroso mundo de los trámites que nos acompaña en la profesión, continuó ejerciendo desde el trabajo de campo, nuestra más pura esencia. Esa que a veces olvidamos cuando nos introducimos en la rueda de un sistema a cuya burocracia prioriza sin importar las vidas humanas con las que tratamos.

Con él recordamos valiosos conceptos vinculados al ámbito, pero, sin duda, la sorpresa de la tarde fue cuando se conectó por videoconferencia con su gran Yésica. Ella nos contó en primera persona sus vivencias como persona migrante, los motivos que la hicieron trasladarse y cómo ha encontrado sentido a todo lo sucedido apoyando a otras mujeres migrantes que llegan al país a través de la Asociación de Mujeres Migrantes por la Igualdad de Sevilla.

Resulta, cuánto menos, inquietante conocer todas las capas de historia que puede haber detrás de cualquier profesional que se dedique a lo social. Cuánto por descubrir y todo lo que aprendemos de cada uno de nosotros.

Gracias, Paquito, por abrirnos una ventanita de tu preciosa alma y habernos hecho disfrutar de la más pura esencia del Trabajo Social.

Fdo: Aránzaza G. Buttler

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