“La mano que te acoge, la mano que te empuja”. Semblanza de María del Carmen Pérez Rodríguez Titular de Escuela Universitaria de Trabajo Social en la ULPGC.

María del Carmen Pérez Rodríguez (Telde, 1962) estudió en la Escuela Diocesana de Asistentes Sociales Nuestra Señora del Pino en Las Palmas de Gran Canaria (Escuela de Las Palmas) donde se tituló en el año 1983. En ese tiempo, los estudios de Asistencia Social se realizaban en la sede de Cáritas Diocesana de Canarias, por aquel entonces, con la categoría de título de Asistente Social con grado técnico. Las opciones formativas para las mujeres en aquel momento eran limitadas y claramente se situaban en el ámbito de los cuidados. En la elección de María se unían el deseo de desarrollar una profesión, y la autonomía que esto le ofrecía, con la vocación del servicio público que demostraría durante toda su carrera.

Cuando acabó sus estudios trabajó en el ámbito de educación en los llamados “Equipos Multiprofesionales”, antecesores de los actuales Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP), primero en Fuerteventura y, posteriormente, en Gran Canaria en el municipio de Gáldar. Estos equipos nacieron para dar respuesta a la creciente demanda de atención a la diversidad y fueron creados en el contexto de la reforma educativa iniciada en España en la década de 1980. En el caso de Canarias, su constitución comenzó en torno a 1983, por lo que la incorporación de María a este equipo se produjo en el germen de su creación, asistiendo a la configuración de uno de los campos de intervención profesional: el trabajo social educativo. Este inicio laboral marcaría la vocación educativa de María que se desarrollaría principalmente en el marco de los estudios universitarios de Trabajo Social.

En el año 1985 La Escuela de Asistentes Sociales de Las Palmas se adscribió a la Universidad de La Laguna, asumiendo Manuel Alemán en 1986 la dirección de la entonces denominada Escuela Universitaria de Trabajo Social. Durante su mandato, María comenzó su labor como docente de Trabajo Social. En el año 1991 pasó a formar parte del equipo directivo asumiendo la función de Secretaria de la Escuela Universitaria.

Estos hechos son coincidentes en el tiempo con el inicio de las movilizaciones sociales que darían lugar a la creación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en el curso 1989/1990. Estos fueron unos años clave en la consolidación del Trabajo Social como disciplina científica. En 1990 se creó el área de conocimiento de Trabajo Social y Servicios Sociales, lo que supuso la incorporación plena del Trabajo Social a la universidad en 1994, integrándose en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la ULPGC, una incorporación que no fue fácil y que requirió de una delicada configuración de alianzas y de trabajo duro. Carlos Ortega, profesor de derecho civil afirma que:

María siempre defendió la posición del Trabajo Social en la facultad de igualdad con respecto a las demás, porque María no iba a tolerar lo contrario. Fue una más, participó en la toma de decisiones y se expresó con libertad. Se ganó el respeto porque ha sido seria, trabajadora, coherente y leal.

En 1996 María Pérez comenzó su andadura como Secretaria de la Facultad de Ciencias Jurídicas hasta el año 2000. Coordinó el Área de Trabajo Social y Servicios Sociales entre los años 1994/1998 y 2000/2024 y fue Vicedecana de Trabajo Social desde 2001 hasta el año 2015 en el equipo de Ignacio Díaz de Lezcano. En el año 2016 asumió la Dirección de Servicios al Estudiante y de Atención Psicosocial de la ULPGC y formó parte del Claustro Universitario de la ULPGC, máximo órgano de representación de la comunidad universitaria, donde participó en la elaboración de los estatutos de la ULPGC, que definen la estructura y funcionamiento de la universidad desde el 2016. En el año 1998 accedió al cuerpo de Titular de Escuela Universitaria.

Estos años fueron fundamentales para la consolidación académica de los estudios de Trabajo Social, primero de diplomatura y, posteriormente, de grado con la incorporación en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) que se implantaría en el curso 2010/2011. María Pérez siempre trabajó por el bienestar del trabajo social y defendió su estatus académico liderando las distintas comisiones que promovieron las reformas de los planes de estudios de la diplomatura. La formación en trabajo social tuvo que ir adaptándose a las exigencias universitarias y al gran desafío que supuso la incorporación al EEES con la implantación del Grado en Trabajo Social. Carlos Ortega explica que María “participó en todos los planes de estudios, a la vanguardia actualizándose antes de la entrada EEES. No era tan fácil cambiar los planes de estudios. Ha abogado por tener una titulación a la altura de cualquier universidad española”.

María también participó por la ULPGC en las comisiones para la elaboración del Libro Blanco del Título de Grado en Trabajo Social elaborado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y publicado en 2004. El Libro Blanco implicó un importante trabajo en red de las universidades españolas con los colegios profesionales a través del Consejo General del Trabajo Social para definir los perfiles profesionales, las competencias específicas y genéricas y los objetivos de formación del Grado en Trabajo Social, un camino que ya se había avanzado durante la reivindicación de la licenciatura de trabajo social. Este documento sirvió como base para que las universidades diseñaran sus programas, asegurando una formación coherente y alineada a nivel nacional y europeo. La profesora de Trabajo Social y Servicios Social Auxiliadora González destaca de María en este contexto:

Su alto grado de responsabilidad institucional su enorme esfuerzo por visibilizar el Trabajo Social y lograr el respeto de este grado dentro de la Universidad y de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Su enorme implicación en la mejora del grado y de su área de conocimiento desde la defensa de los intereses colectivos.

Es por esto por lo que se puede afirmar que la trayectoria de María Pérez está inextricablemente unida al desarrollo y consolidación del Trabajo Social como disciplina científica en el marco de la ULPGC. Como explica Guacimara Gil, profesora de sociología:

María ha jugado un papel clave en la consolidación de los estudios universitarios en trabajo social, tanto en el desarrollo y formación de la diplomatura como en los estudios de grado. Este compromiso ha pasado por adquirir cargos de gestión y, además, por su compromiso en el aula y con el estudiantado.

Su trabajo por la consolidación académica del trabajo social también implicó un esfuerzo importante a nivel personal. María estudió la Licenciatura en Antropología en la Universidad Católica de Murcia entre los años 2001/2003 cuando criaba a Laura y a Pablo. De esa época, Pablo cuenta que:

El recuerdo que tengo de mi madre en la etapa universitaria, recuerdo montón la época que iba a Murcia a sacarse antropología… tengo ese recuerdo de irse mi madre un finde y yo preguntar “¿dónde está má?” Y mi padre decirme “está haciendo un examen”, “está estudiando” (ríe) intentado explicárselo a un niño. Yo que era estudiante hasta hace muy poco, entiendo mejor que nadie la carga que sería estudiar en casa mientras trabajas, luego coger el vuelo, quedarse en la biblioteca estudiando, hacer el examen y ya estar pensando el volverse para trabajar, corregir exámenes, impartir materia… Tengo ese recuerdo de la ética del esfuerzo y del trabajo duro.

Carlos Ortega sentencia que “la facultad está en deuda con personas como María. María representa muchísimas cosas y, sobre todo, muchísimo sacrificio. Una cosa muy importante ella ha antepuesto el bienestar de la titulación a sus intereses personales”. Por su parte, Auxiliadora González ve a María como “una persona justa, ecuánime, recta, honesta y de una capacidad empática inconmensurable”.

María ha sido docente de cientos de trabajadoras sociales. Su vocación docente, humanidad y el cuidado al alumnado han sido aspectos que han atravesado su manera de habitar las aulas de trabajo social. Su hija Laura dice “me gusta pensar en ella como la mano que te acoge, la mano que te empuja”, sin duda María es esa mano. Irina Marrero, egresada de Trabajo Social, recuerda un momento clave en su trayectoria académica que da cuenta de esta cualidad de María:

Al pensar en María Pérez e intentar recordar aquellos momentos que más me marcaron de su docencia como estudiante de Trabajo Social no puedo evitar remontarme al que quizás fue el peor momento que viví en la carrera.  Estábamos en plena crisis del Covid-19. Encerradas en casa, con un bombardeo constante de noticias aterradoras, con miedo por nuestra salud y pavor por la vida de nuestros familiares más vulnerables. Irónicamente, el temario que impartía María en este momento tan caótico era el de los modelos del Estado del Bienestar. Fue ese momento en el que muchos profesores de todas las universidades del país escogieron la opción más fácil: colgar un PDF y desentenderse de la materia. Ella también podía haber escogido la opción más cómoda, pero, en su lugar, María optó por la decisión más complicada: acompañarnos. Se conectó a cada clase, adaptó su docencia y, sobre todo, se aseguró de darnos un espacio amable. En un mundo de incertidumbre María era quien aprovechaba todas las semanas su pequeña ventana virtual para preguntarnos «¿Cómo lo están llevando?», para tener una pequeña pausa en la que sentirnos escuchados y hacer de esos inicios y finales de las clases un pequeño refugio. Sé que no me puedo equivocar al afirmar que esos días nos enseñó, no con la materia sino con el ejemplo, lo más importante del trabajo social: el valor de acompañar a las personas.

La humanidad de María es destacada por todas y cada una de las personas que han tenido la fortuna de caminar junto a ella a lo largo de estos años. A esto se añade su solidez, templanza, calidez y sabiduría. María es de estas personas que tener cerca te da perspectiva y calma para afrontar los retos que se presentan en el día a día. María Eugenia Cardenal, profesora de sociología destaca:

La solidez de una persona que está, sabe estar y puedes contar con ella. María para mí representa esa roca que está en tu vida laboral, que escucha, que tiene palabras de ánimo, que es cálida, es generosa y que de alguna forma tienes la tranquilidad de que María está ahí. En el trabajo eso significa que es una persona con la que se puede contar, una persona muy seria y responsable. Y a nivel personal pues ese afecto, yo diría que, tranquilo, pero no por ello menos intenso que representa María con su tono de voz y su sosiego. Yo he ido muchas veces a hablar con María estando preocupada o desasosegada y siempre la recuerdo como alguien que me cogía la mano y me decía “bueno, vamos a ver, tranquila…” voy a echar mucho de menos eso de María, la verdad.

Esta forma de conjugar lo académico, lo profesional y lo humano, hacen de María una mujer excepcional en muchos sentidos, que ha marcado la trayectoria de muchas compañeras, que también fuimos sus alumnas, por su inmensa generosidad. Una de sus antiguas alumnas, ahora compañera en la ULPGC, Guacimara Gil dice:

María para mí ha sido un descubrimiento por muchas razones, pero si tuviese que destacar algunas cualidades diría que combina de una forma muy delicada y bonita su compromiso institucional, su lealtad con la universidad, con el cuidado de las personas. María es una persona que ve a la gente y que, además, se expresa a través del cuidado. Es muy generosa, María para mí también ha sido un descubrimiento en ese sentido. Hace todo lo posible para que podamos salir compañeras adelante, promocionar, mejorar nuestras investigaciones, nos ayuda en todo lo posible en nuestros desafíos, los vive como propios… tiene una generosidad muy fuera de lo común.

El 27 de abril de 2025 María se jubiló, siendo la primera profesora del Área de Trabajo Social y Servicios Sociales de la ULPGC en hacerlo. Con ella se cierra un ciclo, fundamental en la historia académica de nuestra profesión en la ULPGC. La historia profesional y personal de María Pérez Rodríguez es también la historia de la consolidación del Trabajo Social en el ámbito universitario en Canarias. El legado que nos deja se ha construido sobre una ética firme del compromiso, del esfuerzo y del cuidado. María ha sido una figura clave no solo por su capacidad de gestión, sino por su manera de enseñar, de acompañar y de impulsar a generaciones de profesionales y académicas. María representa esa forma de hacer universidad leal a la institución, que no se olvida de lo humano, que construye comunidad, que siembra futuro. Su trayectoria deja una huella imborrable, no solo en la institución, sino en las muchas vidas que ha tocado con su trabajo, su presencia y su ejemplo. Gracias María.

Noemi Parra Abaúnza. Profesora de Trabajo Social ULPGC. 9 de mayo de 2025.

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